México. Durante el primer semestre de 2024, México exportó vehículos eléctricos por un valor de 3,127 millones de dólares a Estados Unidos.
Esta cifra representa un aumento del 171.9 % en comparación con el mismo periodo del año anterior según cifras del Departamento de Comercio de EE.UU.
Este crecimiento posiciona a México como el segundo mayor exportador de autos eléctricos al mercado estadounidense, sólo superado por Alemania, cuyas exportaciones alcanzaron los 3,213 millones de dólares, un incremento del 7.8 %.
Si la tendencia continúa, México podría superar a Alemania en el transcurso del año, consolidando su posición como un actor clave en la transición hacia la movilidad sostenible en Norteamérica. Este éxito se debe en gran medida a la integración profunda de México en las cadenas de suministro de la región bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que ha facilitado las inversiones de fabricantes como BMW y Audi en la producción de vehículos eléctricos en suelo mexicano.
El auge de las exportaciones mexicanas también coincide con un incremento del 36.1 % en las importaciones globales de autos eléctricos a Estados Unidos durante la primera mitad de 2024, alcanzando los 11,952 millones de dólares. Este aumento ha sido impulsado por una creciente conciencia ambiental, incentivos gubernamentales y mejoras en la infraestructura de carga de vehículos eléctricos.
Sin embargo, México enfrenta desafíos en este mercado emergente. La empresa china BYD, que explora la posibilidad de abrir una planta en México, se ha visto afectada por las restricciones impuestas por el gobierno mexicano en abril, que suspendió los incentivos a los fabricantes chinos de autos eléctricos debido a presiones de Estados Unidos. A pesar de esto, BYD ha declarado que su futura planta en México no estará destinada a abastecer el mercado estadounidense, lo que subraya las tensiones geopolíticas que enfrentan las empresas del sector.
En paralelo, Tesla ha anunciado la construcción de una nueva planta en el estado de Nuevo León, aunque ha mostrado cautela respecto a las regulaciones del mercado estadounidense, vinculando el avance del proyecto a los resultados de las próximas elecciones presidenciales en EE.UU. Esta postura ha generado críticas por parte del gobierno mexicano, que considera que Tesla podría estar explorando alternativas estratégicas.
Con su creciente influencia en el mercado de autos eléctricos, México parece estar en la senda de convertirse en un líder regional en la producción y exportación de estos vehículos, aunque deberá navegar tanto las oportunidades como los desafíos que presenta la dinámica comercial global.