Estados Unidos. Las declaraciones del presidente generan alivio temporal en la industria, aunque persiste la incertidumbre sobre el rumbo de su política comercial.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que está considerando exenciones temporales a los aranceles del 25 % sobre vehículos y autopartes importados, con el objetivo de dar a las compañías automotrices más tiempo para establecer operaciones dentro del país.
"Estoy considerando algo para ayudar a las compañías automotrices con esto. Están cambiando a piezas fabricadas en Canadá, México y otros lugares, y necesitan algo de tiempo, porque las van a fabricar aquí", declaró Trump a la prensa desde el Despacho Oval.
Aunque no ofreció detalles sobre la duración o el alcance de las posibles exenciones, sus comentarios provocaron una inmediata reacción positiva en los mercados. Las acciones de General Motors, Ford Motor y Stellantis NV (matriz de Chrysler) repuntaron tras haber registrado caídas previas en la sesión.
Los aranceles impulsados por la administración Trump, que entrarían en vigor a más tardar el 3 de mayo, han sido duramente criticados por su posible impacto en los precios para los consumidores y en las cadenas de suministro integradas entre Estados Unidos, Canadá y México. A pesar de las críticas, el mandatario ha defendido la medida como parte de su estrategia para revitalizar la industria manufacturera nacional.
Actualmente, ya existe una excepción para vehículos que cumplan con los requisitos de contenido nacional del acuerdo comercial de América del Norte. Sin embargo, los tres grandes fabricantes de automóviles de Detroit han estado presionando a la Casa Blanca para ampliar las exenciones y excluir ciertos componentes de bajo costo.
Según fuentes cercanas al tema, Ford, GM y Stellantis estarían dispuestos a aceptar aranceles sobre vehículos terminados y componentes clave como motores y transmisiones. No obstante, han advertido que la aplicación de gravámenes generales sobre autopartes podría incrementar sus costos en miles de millones de dólares, comprometer las ganancias e incluso generar despidos, lo que iría en contra de los objetivos del presidente.
Durante la misma jornada, Trump también anunció que contempla nuevos aranceles para productos farmacéuticos importados en un “futuro no muy lejano”. Además, defendió las recientes exclusiones aplicadas a productos electrónicos de consumo provenientes de China, como una medida que beneficiará a empresas estadounidenses como Apple y Nvidia.
“Recientemente ayudé a Tim Cook y a todo ese asunto”, añadió, en referencia al director ejecutivo de Apple. “No quiero perjudicar a nadie. Pero el resultado final es que alcanzaremos la grandeza para nuestro país”.
Sin embargo, Trump advirtió que estas exclusiones serán temporales y que eventualmente se aplicarán aranceles sectoriales más específicos a productos tecnológicos.