Estado Unidos. El presidente Donald Trump anunció el miércoles, 26 de marzo, la imposición de un arancel del 25 % a todos los autos importados a Estados Unidos.
Esta medida representa una escalada significativa en la guerra comercial global. Los aranceles, que entrarán en vigor el 3 de abril a las 12:01 a. m. (hora del este), buscan fortalecer la manufactura automotriz en EE.UU. Durante décadas, un acuerdo de libre comercio permitió que Canadá, México y Estados Unidos funcionaran como un solo mercado sin aranceles. Sin embargo, Trump pretende modificar esa dinámica.
"Francamente, el amigo ha sido muchas veces peor que el enemigo. Y lo que vamos a hacer es un arancel del 25 % para todos los autos que no se fabriquen en Estados Unidos", declaró el mandatario antes de firmar la proclamación en la Oficina Oval. "Si se fabrican en Estados Unidos, no hay arancel".
La medida también afectará a piezas automotrices, incluidos motores y transmisiones, cuyos aranceles entrarán en vigor antes del 3 de mayo, según el documento firmado por Trump. Sin embargo, las autopartes provenientes de Canadá y México que cumplan con el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés) estarán exentas hasta que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza implemente un sistema para gravar aquellas que no sean de origen estadounidense.
Trump aseguró que ha mantenido conversaciones con los tres gigantes automotrices de EE.UU.: Stellantis, Ford y General Motors. "Si tienen fábricas aquí, están encantados", afirmó. "Si no las tienen, van a tener que ponerse en marcha y construirlas".
Tras el anuncio, las acciones de General Motors (GM) cayeron más del 7 % en operaciones posteriores al cierre, mientras que Ford (F) y Stellantis (STLA), fabricante de Jeep, Ram, Chrysler y Dodge, perdieron más del 4 %.
El impacto también se sintió en los mercados europeos y asiáticos. Las acciones de Volkswagen cayeron un 1,7 % y las de BMW un 1,8 %, mientras que en Japón, Toyota perdió un 2 % y Honda un 2,5 %.
El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, declaró que "todas las opciones" están sobre la mesa en respuesta a los aranceles, mientras que el gobierno de Corea del Sur convocó una reunión de emergencia con fabricantes de automóviles. "Los aranceles de EE.UU. supondrán desafíos significativos para nuestras empresas, que exportan un gran volumen al mercado estadounidense", advirtió el ministro de Comercio surcoreano, Ahn Duk-geun.
Desde Canadá, el primer ministro Mark Carney calificó los aranceles como "un ataque directo", en violación del USMCA, y anunció que su gobierno estudia represalias. "Defenderemos a nuestros trabajadores, nuestras empresas y nuestro país, y lo haremos juntos", declaró.
Expertos de la industria advierten que los aranceles podrían encarecer los autos en miles de dólares. Según el grupo de análisis Anderson Economic Group, el costo de producción de los vehículos ensamblados en EE.UU. aumentará entre $3,500 y $12,000 por unidad.
El presidente del sindicato United Auto Workers, Shawn Fain, respaldó la medida. "Aplaudimos a la administración Trump por dar un paso al frente para poner fin al desastre del libre comercio que ha devastado a las comunidades trabajadoras durante décadas", afirmó en un comunicado.
Mientras tanto, la Unión Europea y otros socios comerciales analizan posibles represalias. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, condenó los aranceles y señaló que el bloque evaluará medidas de respuesta en los próximos días. En Alemania, la Asociación de la Industria Automotriz calificó la decisión como "una señal desastrosa para el comercio libre y basado en reglas".
Los aranceles no solo afectarán a las importaciones de autos, sino que podrían impactar la producción de autopartes en EE.UU. En 2024, el país exportó $35,800 millones en partes automotrices a México y $28,400 millones a Canadá. Si la producción en esos países se reduce, las fábricas estadounidenses que les suministran también podrían verse afectadas.
En 2024, México ensambló 4 millones de vehículos, de los cuales 2.5 millones (61 %) se enviaron a EE.UU. En Canadá, de 1.3 millones de autos fabricados, 1.1 millones (86 %) se exportaron a EE.UU.
Ante la posibilidad de represalias comerciales, el impacto en la industria automotriz estadounidense podría ser mayor al esperado. "Es un conjunto de aranceles muy extraño y contraproducente", opinó el analista Fareed Zakaria.
Con la incertidumbre en aumento, la próxima semana Trump podría anunciar nuevas tarifas contra sus principales socios comerciales, lo que pondría aún más presión sobre la industria global.