Colombia. Cada año, ITDP y Sustainable Transport Award seleccionan una ciudad que ha implementado proyectos innovadores de transporte sostenible en el año anterior. Estas estrategias mejoran la movilidad de todos los residentes, reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire del transporte, y mejoran la seguridad y el acceso para ciclistas y peatones.
Diecisiete años después de su primer Premio de Transporte Sostenible en 2005, Bogotá, Colombia ganó el premio nuevamente, esta vez, por intervenciones de transporte que amplían la seguridad y la movilidad de los residentes más vulnerables de la ciudad.
Para mejorar la salud pública y ambiental, la ciudad de Bogotá ha ensamblado una flota de 1485 autobuses eléctricos para su sistema de transporte público, lo que coloca a la ciudad entre las tres flotas de autobuses eléctricos más grandes fuera de China. Hasta el momento se han desplegado 350 autobuses, y el cambio beneficiará más a los residentes de bajos ingresos, cuyos vecindarios tienen la mayor cantidad de líneas de autobuses y los niveles más altos de contaminación del aire en la ciudad. Además, Bogotá ha iniciado un nuevo programa que brinda exenciones a los HOV, vehículos con más de 2 pasajeros, del programa de restricción de licencias pares e impares de la ciudad. Este programa evita que la mitad de los automóviles de la ciudad conduzcan en horas pico, pero al permitir exenciones HOV, la ciudad tiene como objetivo fomentar el uso compartido de automóviles y espera reducir los viajes en automóvil en 2 millones de kilómetros por semana.
La Ciudad también trabajó para mejorar la seguridad vial con programas de control de la velocidad que redujeron los límites de velocidad y desplegaron medidas para calmar el tráfico. La reducción de la velocidad en las carreteras principales provocó una disminución del 21 % en las muertes por accidentes de tráfico en 2019 en comparación con el promedio de 2015-2018, y una disminución del 28 % en 2020.
Los esfuerzos de seguridad en los viajes se centraron en algunos de los residentes más vulnerables de Bogotá, los escolares. La ciudad descubrió que el 58 por ciento de los viajes de los estudiantes se realizan a pie, en su mayoría por niños de bajos ingresos. Al mismo tiempo, los peatones menores de 15 años tenían el doble de probabilidades de morir en un incidente de tránsito que los adultos. Para cambiar esto, Bogotá inició un programa Kids First que se dirige a los estudiantes que viajan a pie, pero también se enfoca en brindar soluciones de transporte a los estudiantes que viajan en los diferentes modos de transporte. Entre otras iniciativas, el programa creó caravanas escoltadas por adultos, para los jóvenes viajeros que se desplazan al colegio, tanto a pie como en bicicleta, que han ayudado hasta el momento a más de 6.000 alumnos en 2021 a llegar a clase de forma segura.
A Bogotá se unirán dos ciudades con mención de honor: Peshawar, Pakistán y Tartu, Estonia.